LUGAR DE DESTINO
La llegada al norte:
Con quince años pienso que no es la mejor edad para salir
de casa. Llegas de un país cálido, donde hay
mucha luz, a un país frio,
oscurecido por las montañas, el verde
oscuro y el color gris del nublado. Y entonces el famoso
TXIRIMIRI. Lo cual el paraguas y el txubaskero siempre presentes.
- La gente el trabajo y la forma de vida,
nada que ver con lo que conoces. Que ya dejaste atrás.
No tardé en
encontrar trabajo y me gusta. Poco
tardaría en pasar el verano y llegan las fiestas, patronales donde hacemos
nuevas amistades. Ya comienza a gustarme
un poco mas.. También el cambio de clima
se deja notar. El color de la piel tostado por el fuerte sol del sur, poco a poco se
transforma en sonrosado, aclarando
así el curtido de la piel.
La diferencia en
las comidas igualmente se deja notar.
Recuerdo que me costó mucho aprender a comer carne de ternera y, tomar leche de
baca.
De algo que no me podre olvidar cuando llegue aquí fue el olor a chocolate.
El pueblo olía por todos lados a los chocolates. Zahor. Loyola. Maiztegui. Y Martin Orbea. No recuerdo si había más. Pero también
tostaban café. Las tres panaderías también por la misma zona. Con todos estos
olores mezclados…al ir a casa a la hora de la comida. Parecía que ya no necesitábamos
comer Ya estaríamos llenas solo con el olor. Me gusto mucho
el sitio que elegí hace tantos años para
continuar mi vida.
Algo que me chocó bastante fue que los domingos y
festivos se hacia baile, pero era en la plaza, con la banda municipal. Bailábamos
con paraguas. - Los chicos, casi ni saludaban al pedir baile pero nos cogian el paragas. -Todo mui distinto a lo del
pueblo.
Poco a poco, de manera escalonada fueron llegando más
jóvenes del pueblo y de otros pueblos y REJIONES. Entonces no serian comunidades. Llegaban autobuses enteros de personal para trabajar en las fábricas.
Unos de Salamanca. Otros de Extremadura, Andalucía. Galicia etc.
Vivíamos en casas de familiares como apupilos. Por tanto muchas personas
juntas e incomodas. Pero no lo notábamos
por que lo que queríamos era ganar dinero para traer a las familias del pueblo.
-Como les echábamos de menos! ¡Éramos tan chicas!
También extrañábamos a
las amigas, a los amigos y vecinos…que entonces los vecinos éramos como una
gran familia. Por las noches después de cenar salíamos a tomar el fresco.
Sentados en sillas bajas de palo, otras
veces en el suelo. Por las noches en verano serian estas tertulias lo mejor y
mas divertido del año. Se contaban cosas de muchos años atrás.
Pero de la guerra no…de eso no se podía hablar
Preguntábamos y nos respondían ¡Siiii! De eso no se habla. Que por
entonces por decir cosas…las pelaron hasta dejarlas calvas totalmente. Y no
queremos que vuelvan a cortar el pelo así. (A… repatarron) Repatarron. Repatarron. ¿Qué seria eso?
Preferían hablar
de sexo y mandarnos del corro, para no escucharles. Pero les escuchábamos. Que no
se crean que no. Por eso sabíamos de donde salían los niños. Que nos decían que venían de Paris…. Y que los
traían las cigüeñas…anda que no había cigüeñas en el pueblo, y jamás les vimos
un niño colgando.
Ya llego la primera primavera desde que llegamos aquí.
Como entonces se viajaba en tren, por
cierto aquí decían que moría el tren…
pues dicho así... moría y comenzaba. Pues quise ir a ver el mar. Ya en invierno conocí
la nieve. Ahora el mar.
En Deba al
salir de la estación ya comencé a
ver el agua y, oír las olas. Mi
sorpresa fue morrocotuda! Pues no hubo sorpresa. No sentí nada extraño. Fue
como si lo conociera de siempre. Mui diferente al llegar el verano, ir a la
playa. El bañador. La toalla. El color
rojecito que tomo la piel. Me encanto. Ya le fui tomando
gusto al cambio de vida.
La familia también lo noto alla en el pueblo. Deeso se trataba.
Hortensia Alcalá
García.
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