MIS
HISTORIAS DE NIÑA POBRE
La vida de los carboneros:
Tal día como hoy, 10/ 4/ 1956.Yo tenia 10 años. Se
celebra la Romería dela Virgen del Carar. Los padres trabajaban en
las leñas y el carbón. Las madres les ayudaban a cortar y
transportar las leñas que necesitaban para las carboneras.
Los niños no podíamos asistir a la escuela ya que
vivíamos en el monte, nuestras viviendas serian chozos, que hacían
los padres. Con los palos mas largos dela encina. Cubriendo los
huecos con ramas igualmente de encina, seguido de retamas que
después cubrirían las partes bajas con tierra.
La
retama escurre el agua de lluvia para que no haya goteras....que aun
y todo las había.
Las camas serian igualmente confeccionadas con el mismo
material. Palo de encina a manera de (Y) donde encajaban la varas
largas, que sostenían a otras varas mas cortas. Atravesadas, que
pudieran sostener unas gergas de esparto duro y sucio...llenas de
camisa, o desechos del maíz. Que harían de colchón...pues
!nada cómodo! Pero es lo que teníamos.
Decir
que la lumbre para cocinar era un hueco redondo algo profundo. Y
para que el aire no llevase las chispas hacia el chozo...se les
ponía la tierra sobrante del agujero, al rededor como
(cortafuego).
Por las mañanas bien tempranito. Las madres ponían a
cocer en la lumbre, en pucheros de barro, la comida, que horas mas
tarde comeríamos toda familia con cucharas de madera o aluminio.
Todos al rededor de un gran cuenco de madera, o cazuela de barro
(albedriado) Los cuencos también los hacían los padres con tronco
de encina. No teníamos vasos ni platos, solo para beber unos
pucheritos porcelana.
Al no poder asistir a la escuela, ya que los pueblos
estaban lejos, (entonces no aviá coches) Sí que casi todas las
familias disponían de un burro, para llevar la carga y a los niños
mas pequeños.
Para enseñarnos a leer y escribir... cada noche antes
de dormir, los papas nos enseñaban lo que ellos podían.
Decir que...nos leían
poesía, historia y algo de geografía, de alguna enciclopedia. Con
los mapas nos mostraban los nombres de ciudades, montes y los ríos
mas importantes del país. Después nos hacían leer unos párrafos a
cada uno así aprendíamos algo mas para cuando pudiéramos ir a la
escuela no retrasarnos tanto, respecto a los demás niños. (Pero la
maestra nos ponían en la ultima fila).
Yo comencé contando lo que sucedió en la noche del
día 10/ 4/1956. Cuando yo tenia 10 años.
Una de las familias trabajadoras del grupo de
carboneros, tenían varios niños todos en escala así les decía
yo, al ser todos tan pequeñitos. Aun me parece recordar el olor de
aquellos niños. Olían a leche materna! Siempre la Mamá tendría
alguno rescolgado de la teta.
Esa noche de romería, el viento pego con fuerza. Los
padres salieron a la ronda avitual nocturna. Cuando en medio de la
noche percibo un fuerte olor seguido de ruidos de llamaradas. Me
asome por entre las rendijas de un haz de tarmas, que hacían de
puerta del chozo. Sobrecogida y asustada salí corriendo...no podía
gritar, por el miedo... Vi como la mamá de los pequeños desde
dentro de las llamas se movía de un lado a otro cogiendo en brazos
a los mas chiquitines. Yo le gritaba...tiramelos para afuera. Fue
cuando las demás madres me oyeron y salieron a la ayuda. Cogíamos
a los niños y corríamos a una laguna cercana para apagarles las
chispas que ardían. Mientras los padres desesperados volvían
corriendo en la ventosas y lunática noche...La noche de Romería.
El viento cambio de posición,por lo que no ardieron los demás
chozos.
Al día siguiente, entre todos se construyo un nuevo
chozo para la familia...que como todos los demás entendimos que la
vida continua. Llegando a ser una gran familia de 11 hermanos, que
aun viven, todos me nos uno, y los padres. -Decir que después de
tantos años, por este medio de comunicación. Internet: Volvimos a
encontrarnos. Hace tres años nos conocimos de nuevo. Ya cada uno
con nuestras familias propias. (Para mi todo un logro). ¡Sin chozo!
Aun sueño a veces que fui yo quien estuvo entre las
llamas y que no pude salir.-Recordándolo siento el dolor de los
pinchos del suelo seco en mis pies descalzos. Aun creo notar el tacto
de los cuerpecitos de los pequeños regados en llanto. No pensé en
ningún momento en la muerte. Fue como si no existiera.
Lo que aun resuena en mis oídos son los gritos de La
madre. Mis niños, mis niños. Mis niños. ¿Como están mis niños?
Y yo ahora estoy llorando, por que entonces no lo hice. No quise
asustarlos con mi llanto de niña...acostumbrada a cuidar a los
niños. Estoy aquí contando esto, en el mismo sitio que sucedió.
-55 años mas tarde. Recordándolo y regando el teclado de mi pc.
Con lagrimas retrasadas.
Las que me hacen recordar también a todas las
familias. A los cuatro padres que parecían sacados y escogidos
como galanes de las mejores películas. Altos delgados, curtidos
por el sol. Pero con muchas ganas de vivir. Para entonces ya estaría
recuperados de lo que les toco vivir en su mas profunda juventud.
Servicio militar. Guerra,la cárcel. Miserias y mucha hambre. Hombres
bravos valientes. Sí merecen unas lagrimas...estos recuerdos.
Sean felices, con amor...
Hortensia
3 comentarios:
Hortensia, me retire por unos dias, pero aqui estoy de nuevo leyendo tus entradas que me encantan. Besos
Bien venida Martha. Besos para ti.
Hortensia
Acabo de leer,tu maravillosa experiencia y me he quedado atónito,al ver como una chiquilla,pudo hacer tan gran heroicidad y como ahora ando muy
tocado anímicamente,me ha servido ,para animarme y al mismo tiempo darte las gracias por estos preciosos escritos,estoy verdaderamente emocionado,la vida es lucha y tu has luchado mucho,sigue adelante.Saludos
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