DONDE LA VERDAD SE ESCONDE
Te pedí que me
ensañases a quererte, me entendiste mal
Pues me enseñas a odiarte. Si
alguna vez te lastimé
Déjame llorar contigo
y me enseñas a olvidar.
Si nada tengo para
recordar, ¿como podré yo olvidarte?
En el silencio de mi
mundo entristecido, adormezco mi desdicha.
Mientras mis manos desnudas y temblorosas vida de mi
vida, aun te tocan
en la oscuridad, de
la noche eterna y, como ráfagas de viento
huracanado se
pierden o se esconden, confundiendo los
días con las noche.
Mi corazón sángrate se quedo al ver que te marchaste.
Como un puñal de
fuego ardiente clavado en mi alma
Justiciero de miador…
te la llevaste contigo para siempre.
No tengo fuerzas para
seguir viviendo, sin respirar tu aliento
cada noche.
Mi voz callada te
llegara, pidiendo que en mi cruz
aparezca también
tu nombre. Allá en la
eternidad te esperare donde la verdad al
rencor esconde.
Hortensia Alcalá
García
25/6/2012
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