Historia de una
emigrante años 60/2015
Relato
Ahora cuando voy al pueblo
siento que retrocedió en más de
50 años desde que Salí de allí. En agosto de (1962-2015) Aun pienso que en
invierno si llovía no podríamos comer por qué no se podía ir al campo al trabajo.
Hoy en día no van al campo por que ya ni tienen
tierras que sembrar. Sin embargo
entonces el pueblo tenía dos salas de cine y uno de verano. Cine de TIA
Beatriz- por el día salón de baile y por la noche cine. Al igual que
el cine Flores-la Pista de verano
donde al terminar el baile
comenzaba el cine al aire
libre, mientras tomábamos el refresco y
charlábamos con los y las amigas/os.
También en la Plaza
había un buen salón de baile. (Baile de
Argimiro). Suelo de baldosines como los
de los “Palacios” así los veía yo!! Grandes espejos en las paredes, que nos
mirábamos al girar bailando con aquellos vestidos cortes a capas vueludos, ya cortos hasta las
rodillas, grandes escotes como requiere el clima en Extremadura. Decir que los espejos serian
también para coquetear un poquito….MMM.
Había escuelas de
parvulario y de primarios etc. Y muchos niños, aunque algunos no podíamos
acudir a la escuela porque los padres
trabajaban en el campo y estaba lejos. Los padres más pudientes si podían mandarlos
a aprender, y les dejaron ser niños!! Nosotros al campo al algodón…
Con la emigración los
que se quedaron si pudieron darles estudios superiores, ya eran menos y tocaron
a más… becas y demás.
Cafeterías y bares: En la Plazuela, Cafetería de Tío Galán. En la Plaza el bar de Tío Pitis. Y el
del Macho. También Tío Saturio y algunos
más. En la laguna el bar de Tío Juanarías
hermano de mi abuela Mercede!! Donde se
tomaban los trabajadores el aguardiente para calentar “motores” antes
del trabajo en el campo. –Y a la vuelta del trabajo ponía el tío Juan, guisado de
Burranquino. Así, retomaban las fuerzas que gastaban trabajando de sol, a sol. Leñas- carbones,
labranza con las yuntas o arados, etc.
Las mujeres también al campo a cavar trigo…. O a la vega al tabaco o el algodón. Estos trabajos
El gobierno los elimino como eliminaros
y continúan haciéndolo. (Hasta la dignidad de los españoles). –Y lo digo para
que lo sepan, que los niños de entonces somos los pensionistas del hoy, que si pudieran
también se ventilarían nuestras míseras
pensiones. Tanto trabajar y a penas tenemos para malvivir. Pero nos
quitaron la niñez para enriquecerles al fantasma hambrientos de dinero fácil. Considero que
fuimos la moneda de cambio, para muchos.
..Mejor me callo. Dice un refrán que el
que calla jode al que habla. ¡NO LO SE!
También teníamos comercios, en la Plaza, Ultramarinos
Tía Florencia, que incluía también algo de farmacia, tejidos, y una buena sastrería; donde tuve la suerte
de aprender algo de costura, solo
que en mis dedos aun no ajustaba el dedal, le introducía un cachito de tela para ajustarlo. (Yo no jugaba
al volver de trabajar en los
algodones, o recoger aceitunas, por ir a coser con 13años).
Luego a dos puertas estaba el comercio y ferretería de tío Dámaso- creo que vendía
el mejor bacalao del mundo!! Al igual
que el peor chocolate- con sabor a algarroba- (Chocolates López) creo que se llamaba!! No lo queríamos ni los pobres”. También
vendía Carburo para alumbrar las zonas de casa que no llegaba la luz ya solo teníamos una
bombilla en toda la casa, la encendían
y apagaban del ayuntamiento así que dormíamos
con la luz encendida toda la noche. En los chozos en época del carbón, la leña y picón también era la fuente de luz. etc.
Pasaron más de 7años cuando volví al pueblo, pues no
teníamos donde ir-donde alojarnos, una prima de mi madre, nos presto por unos
días una casa vieja heredada, sin agua ni luz…y menos Waño…. De eso nada!! a mear en un orinal y a cagar al monte. Como
las cabras saltando paredes de los
huertos, que allí ay muchos
huertos. También viejas herencias…muí
viejas.
Así que teníamos que
visitar el pueblo de tarde en tarde. En
una de las visitas, al entrar en los
huertos desde el autobús, me pareció no ver (la Peña gorda) que fue siempre como un símbolo de la
amistad. Sírvame estas letras como homenaje. No sé si se perdió sola…algo imposible de
crees!! O la quitaron rompiéndola en
pedazos quizás la convirtieron en monolito… no lo sé.
Peña gorda de Portaje
La que cuidaste los
huertos.
Fuiste sitio de reuniones
Y testigo de tequieros.
De compañeros y risas,
Declaraciones y
encuentros.
De meta del paseante,
De andante y de ferieros.
Vigilante de las jara,
retamas
Y de arroyuelos, del
ganado
Que se
acerca del pastor
Que va
con ellos.
¿Quizás fue la carretera la que
te quito el
terreno? Pues
como quiera que fuera todos te
echamos de menos.
Del mismo modo recuerdo las paredes de los huertos
colindantes con el barrio de la laguna, todas
marcadas de blanco de (Cal blanca de portaje) que trabajaron
nuestros queridos y recordados
LAGUNEROS. Barrió en el que me toco
vivir, malamente como a otros muchos, Portajeros.
¡¡No se
pudo ser más pobres que lo que fuimos!!
Tierra blanca…y carboneros, agua verde en la laguna,
fuente EL ORO y sin fortuna.
Bellotas y belloteros. Terratenientes y ricos muchos ricos sin dinero. Los dueños de las encinas sin comerse las bellotas, encerraron a los nuestros. Dejándonos a los niños huérfanos por algún
tiempo. Así que al hacernos grandes con
15 años o menos, nos fuimos pasando
penas, a buscarnos el pan nuestro. Dejamos
a la familia amigos y compañeros. A otro lado del país trabajos encontraremos.
(Pero nunca se hizo el
pan para la boca del asno….) De
nuevo con la emigración nos toco sufrir
y pagar con creces; el poder vivir del trabajo con o sin lluvia,
con nieve o calor. Trabajo. Emigrantes.
Forasteros. Maquetos sin rostro silencioso humilde humillados y algo más tarde
asustados, pero muí callados.
Ya para los 53años de
estancia en estas tierras, aunque aun con poca voz, pero sí voto, eso sí!! E de decir que tengo mi corazón
repartió. Las raíces de mi pueblo. Y el corazón
con los míos. Donde yo sembré
raíces y nacieron con gran fuerza, llegaron
para quedarse tan fuertes como la
hiedra.
Comentar que Portaje a
día de hoy está más limpio y
arreglado y la mayoría de gente tiene y tenemos casa propia. Ni dudarlo que viven mejor al
igual que nosotros cuando vamos. Pero
sin cine, sin bailes. Con apenas
un comercio, tres bares a las afueras pero el centro solitario.
Destaco que nos gustaban la tertulia en verano, para
charlas los vecinos y pasarnos
un buen rato. Esto también pasará como tantas otras cosas ya que los
nuestros mayores estrenaron Residencia, se vaciaron las casas dejando
calle desiertas.
…Y como la belleza esta en el alma, para que queremos más,
seguiremos las visita a nuestro querido pueblo mientras podamos andar. Después a la Residencia si lo podemos contar.
Hortensia Alcala García
20/4/2015/
4 comentarios:
Estoy de acuerdo en todo lo que relatas, fueron tiempos muy duros y míseros, pero hay algo en lo que discrepo. Jamás me he considerado emigrante y no creo que lo hayamos sido, siempre y cuando nos hayamos movido por nuestra piel de toro. Tal vez hayamos sido forasteros pero nada más. Yo, como tu, llevo ya más tiempo en Cataluña que en Andalucía, pero sigo siendo y siempre seré ESPAÑOLA.
Muchos besos
Sucede una cosa Julia, en el pueblo nos llamaron los de fuera, y aquí en el norte nos llamaron tal y como lo cuento. Y al día de hoy nos llaman los de fuera....
entonces yo me considero Laica" de lo mejor de cada sitio. Ante todo ciudadana del mundo y pacifista.
Gracias por comentar. Un abrazo
Hice una lectura encantado con tu relato. ¡Cómo van cambiando la vida aunque para muchos sigue siendo muy difícil!... Debemos saber recordar y amar lo que somos y tenemos.
Un abrazo, querida Hortensia.
Gusto verte Vicente, cierto que si pudiéramos contar siempre lo bueno de la vida, seria estupendo. La vida esta llena de altibajos, cosas y casos que no podemos olvidar, por que nos hacen sufrir.
Quizás al contarlo lo podamos suavizar al menos!!
De todos modos me quedo con tu presencia ahora mismo...encantada de la vida. Un fuerte abrazo
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