martes, 21 de abril de 2015

Historia de una emigrante años 60/2015


Historia de   una emigrante años 60/2015

Relato

Ahora cuando voy al pueblo  siento que retrocedió en más  de 50   años desde  que Salí de allí.  En   agosto de (1962-2015) Aun pienso que en invierno si llovía no podríamos comer por qué no se podía ir al campo al trabajo. Hoy en día no van al campo por que ya ni tienen  tierras que sembrar.   Sin embargo entonces  el pueblo tenía  dos salas de cine  y uno de verano.  Cine de TIA  Beatriz- por el día salón de baile y por la noche cine.  Al igual que  el  cine Flores-la Pista de verano donde al terminar el baile  comenzaba  el cine al aire libre,  mientras tomábamos el refresco y charlábamos con los y las amigas/os.

 También en la Plaza había  un buen salón de baile. (Baile de Argimiro).  Suelo de baldosines como los de los  “Palacios” así los veía yo!!  Grandes espejos en las paredes, que nos mirábamos al   girar  bailando con aquellos vestidos  cortes a capas vueludos, ya cortos hasta las rodillas, grandes escotes como requiere el clima en Extremadura.  Decir que los espejos  serian  también para coquetear un poquito….MMM.

Había  escuelas de parvulario y   de primarios etc.  Y muchos niños, aunque algunos no podíamos acudir   a la escuela porque los padres trabajaban en el campo y  estaba lejos.  Los padres más pudientes si podían mandarlos a aprender, y les dejaron  ser niños!!   Nosotros al campo al algodón…

 Con la emigración los que se quedaron si pudieron darles estudios superiores, ya eran menos y tocaron a más…  becas y demás.

Cafeterías y bares:   En la Plazuela,  Cafetería de Tío Galán.   En la Plaza el bar de Tío Pitis.  Y  el del  Macho. También Tío Saturio y algunos más.  En la laguna el bar de Tío Juanarías hermano de mi abuela Mercede!!  Donde se tomaban  los  trabajadores  el aguardiente para calentar “motores” antes del trabajo en el campo. –Y a la vuelta del trabajo  ponía el tío Juan,  guisado de  Burranquino.  Así, retomaban  las fuerzas que  gastaban  trabajando de sol, a sol. Leñas- carbones, labranza con las yuntas  o arados, etc. Las mujeres también al campo  a cavar trigo….  O a la vega al tabaco o el algodón. Estos trabajos El gobierno  los elimino como eliminaros y continúan haciéndolo. (Hasta la dignidad de los españoles). –Y lo digo para que lo sepan, que los niños de entonces somos los pensionistas del hoy, que si pudieran también se ventilarían nuestras míseras  pensiones. Tanto trabajar y a penas tenemos   para malvivir. Pero  nos  quitaron la niñez para enriquecerles al fantasma  hambrientos de dinero fácil. Considero que fuimos la moneda  de cambio, para muchos. ..Mejor me callo.  Dice un refrán que el que calla jode al que habla.  ¡NO  LO SE!

También teníamos comercios, en la Plaza,  Ultramarinos  Tía Florencia, que incluía también algo de farmacia, tejidos,  y una buena sastrería; donde tuve la suerte de  aprender algo de costura, solo que  en mis dedos aun no  ajustaba el dedal, le introducía  un cachito de tela  para ajustarlo.  (Yo no jugaba  al volver de  trabajar en los algodones, o recoger aceitunas,  por  ir a coser con 13años).

Luego a dos puertas estaba el comercio  y ferretería de tío Dámaso- creo que vendía el mejor bacalao del mundo!!  Al igual que el peor chocolate- con sabor a algarroba-  (Chocolates López) creo que se llamaba!!   No lo queríamos ni los pobres”.  También  vendía Carburo para  alumbrar  las zonas de casa   que no llegaba la luz ya solo teníamos  una  bombilla  en toda la casa, la encendían  y apagaban del ayuntamiento así que dormíamos con la luz encendida toda la noche. En los chozos en época del carbón,  la leña y picón  también era la fuente de luz. etc.

 

Pasaron más de 7años cuando volví al pueblo, pues no teníamos donde ir-donde alojarnos, una prima de mi madre, nos presto por unos días una casa vieja heredada, sin agua ni luz…y menos Waño…. De eso nada!!   a mear en un orinal y a cagar al monte. Como las cabras saltando paredes  de los huertos,  que allí ay muchos huertos.  También viejas herencias…muí viejas.

Así  que teníamos que visitar el pueblo de tarde en tarde.  En una de las visitas, al entrar   en los huertos  desde el autobús,  me pareció no ver (la Peña gorda)   que fue siempre como un símbolo de la amistad. Sírvame estas letras como homenaje.  No sé si se perdió sola…algo imposible de crees!! O la quitaron  rompiéndola en pedazos  quizás  la convirtieron en monolito… no lo sé.

Peña gorda de Portaje

La que cuidaste  los huertos.

Fuiste sitio de reuniones

Y testigo  de  tequieros.

De compañeros  y  risas,

 Declaraciones   y encuentros.

De meta del paseante,

De andante y de ferieros.

Vigilante de las jara,  retamas

Y de arroyuelos,  del ganado

 Que  se  acerca   del pastor

    Que va con ellos.

¿Quizás fue la carretera  la que

 te  quito el  terreno? Pues

como quiera que fuera todos te

 echamos de menos.

Del mismo modo recuerdo las paredes de los huertos colindantes con el barrio de la laguna, todas  marcadas de blanco de (Cal blanca de portaje) que trabajaron nuestros  queridos y recordados LAGUNEROS.  Barrió en el que me toco vivir, malamente como a otros muchos,  Portajeros.

                ¡¡No se pudo ser más pobres que lo que fuimos!!

Tierra blanca…y carboneros, agua verde en  la laguna,  fuente EL ORO y sin fortuna.  Bellotas y belloteros. Terratenientes y ricos  muchos ricos sin dinero.   Los dueños de las encinas  sin comerse las bellotas,  encerraron a los nuestros.  Dejándonos a los niños huérfanos por algún tiempo.  Así que al hacernos grandes con 15 años   o menos, nos fuimos pasando penas,  a buscarnos el pan nuestro. Dejamos a la familia amigos y compañeros. A otro lado del país  trabajos encontraremos.  

(Pero  nunca se hizo el pan para  la boca del asno….)   De  nuevo con la emigración nos toco sufrir  y pagar  con creces;  el poder vivir del trabajo con o sin lluvia, con nieve o calor.  Trabajo. Emigrantes. Forasteros.  Maquetos sin rostro  silencioso humilde humillados y algo más tarde asustados, pero muí callados.  

Ya para los 53años  de estancia en estas  tierras,  aunque aun con poca voz, pero sí  voto, eso sí!!   E de decir que tengo mi corazón repartió.  Las raíces de mi pueblo.  Y el corazón  con los míos.  Donde yo sembré raíces y nacieron con gran fuerza, llegaron  para quedarse  tan fuertes como la hiedra.

Comentar que Portaje a  día de hoy  está más limpio y arreglado y  la mayoría de  gente tiene y tenemos  casa propia. Ni dudarlo que viven mejor al igual que nosotros cuando vamos. Pero  sin cine, sin bailes.  Con apenas un comercio,  tres bares  a las afueras pero el centro solitario.

Destaco que nos gustaban la tertulia en verano, para charlas  los vecinos y  pasarnos  un buen rato.  Esto también pasará  como tantas otras cosas ya que los nuestros  mayores estrenaron Residencia,  se vaciaron las casas  dejando   calle  desiertas. 

…Y como la belleza esta en el alma, para que queremos más, seguiremos las visita a nuestro querido pueblo mientras podamos  andar. Después a la Residencia  si lo podemos contar.

Hortensia Alcala García

20/4/2015/

 

 

 

4 comentarios:

Julia L. Pomposo dijo...

Estoy de acuerdo en todo lo que relatas, fueron tiempos muy duros y míseros, pero hay algo en lo que discrepo. Jamás me he considerado emigrante y no creo que lo hayamos sido, siempre y cuando nos hayamos movido por nuestra piel de toro. Tal vez hayamos sido forasteros pero nada más. Yo, como tu, llevo ya más tiempo en Cataluña que en Andalucía, pero sigo siendo y siempre seré ESPAÑOLA.
Muchos besos

hortensia Alcala dijo...

Sucede una cosa Julia, en el pueblo nos llamaron los de fuera, y aquí en el norte nos llamaron tal y como lo cuento. Y al día de hoy nos llaman los de fuera....
entonces yo me considero Laica" de lo mejor de cada sitio. Ante todo ciudadana del mundo y pacifista.
Gracias por comentar. Un abrazo

Vicente Corrotea dijo...

Hice una lectura encantado con tu relato. ¡Cómo van cambiando la vida aunque para muchos sigue siendo muy difícil!... Debemos saber recordar y amar lo que somos y tenemos.
Un abrazo, querida Hortensia.

hortensia Alcala dijo...

Gusto verte Vicente, cierto que si pudiéramos contar siempre lo bueno de la vida, seria estupendo. La vida esta llena de altibajos, cosas y casos que no podemos olvidar, por que nos hacen sufrir.
Quizás al contarlo lo podamos suavizar al menos!!
De todos modos me quedo con tu presencia ahora mismo...encantada de la vida. Un fuerte abrazo

Hortensia Alcalá. Escritora: Sociedad de autores de Euskadi

Sociedad de autores de Euskadi

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