Un pálpito de amor
La lluvia vespertina
cesó. Noche sosegada; mientras los
sueños reposados dan paso a la alborada
de un mágico día, que me quedara
gravado para siempre. Horas más tarde conocería a alguien especial
en mi vida- alguien que a buen seguro me hará despertar del letargo de tantos
años de soledad.
Voy al aeropuerto a recibirle: Llego a la vez del aterrizaje de
uno de los primeros vuelos de la mañana, en el que viene la persona tan esperada.
Me parece estar tranquila… pero un cosquilleo
me recorre el cuerpo a la vez que la
sonrisa hace presencia en mi cara.
Al alcanzarnos con la mirada… un pálpito” sé me hace sentir en el alma, que al saludarnos note que tu mano me quemaba, como el fuego de una lumbre, cuando se queman las jaras.
Sin rumbo fijo… nos
fuimos paso lento de mañana. Solo el canto de las aves en los parques se escuchaba.
A la sombra del tilo,
en el camino nos sentamos para amarnos.
Junto a ti inhale el
perfume de la dulce flor y, sorbí de tu boca el más ferviente sabor del que
puede saborear una mujer con el alma enamorada.
Este día seria inolvidable para mí y a buen seguro… para ti que tan solo te
encontrabas.
El canto arrullador del pájaro jilguero desde su nido nos
regalo su trino. Mienta acariciándonos al susurro, del amor la
ternura se palpaba.
Hortensia Alcala García
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