F. Hortensia
Dora duerme su sueño
Episodio
VIII
Esa
tarde llovía. Dora aun mantenía su peinado en buen estado del
día anterior, que tuvo cena con sus amistades de baile. Aunque el
tiempo tormentoso otoñal, era desapacible, ella salió al café, como
cada día. Su amiga Eugenia, la esperaba dentro de la cafetería.
Tenían cosas que contarse pues pasaron dos meses largos desde que
termino el curso anterior.
Entre
otras cosas o vivencias, Dora comento a Eugenia, algo sobre un
hombre que conoce y que dice ser Gay, que en su mente para ella
viste de ¡Rosa
y Celeste! Pero
su amiga no quiere ni oír hablar de ello...le responde a Dora, que
como se mete ella a su edad en semejantes “patatales” por lo que
ambas mujeres “arman una pequeña polémica.” Que si puede ser
tu hijo!! que si lo fuera que pensarías tu?? Dora solo podía
callar, mientras bebía sorbos de café.
La
tormenta se acentuó. Se fue la luz en algunas zonas de la ciudad,
las dos mujeres salieron camino a casa, en el cantón de la calle
Okendo, se separan, quedando hasta el jueves para verse de nuevo en
el baile.
Esa
noche Dora no puede cocinar ya que a causa de la tormenta se quedo
sin luz.
En
tres calles mas allá, vive el hombre que viste en el pensamiento de
Dora “de rosa y celeste; Dora se sienta como a ella le gusta al
lado de la ventana, la que da a la Cll. Okendo. Algo asustada
por la magnitud de los truenos ,ella da vueltas...recorre sitios y
frases. Nombres, imágenes y sonidos. Con el miedo hasta cree
escuchar que alguien anda por la casa.
Alguien
le susurra un bello poema, que este se lo dedica a la mujer, que
fue amiga de su padre, que la dejo plantada por irse con la
difunta!!. Este que a Dora no le es indiferente...y no sabe el por
que no le es indiferente, Bruno a Dora. Este que tiene un niño...por
que ya ella esta segura de que no es Gay. Por que le dedico este
poema. Este poema que ella escucha en su mente dormida. Mientras
duerme el sueño mas largo. El sueño, que encierra y pone fin a
todas las vivencias de las personas...que nos suceden durante el
letargoso y corto paseo por la vida, mientras nos ronda y al fin
nos atrapa la Muerte. Como a Dora, la mujer que deja una hija y una
nieta. Que alguien se llevo un secreto a la otra vida...ya hace 34
años.
El:
Bruno.
Al fin, fuiste
mía.
Anoche,
pensé en ti, y fue mientras dormía.
Que
cortaba la flor, de una rama caída. Y... en tanto
llovía.
Deje en agua la flor, la que yo bebería, por sentir
tu
sabor, sin embargo llovía- llovía en mi amor llovía.
Espere
en mi soñar, por que así lo creía.
Un
milagro en la noche que hacia ami te traería,
y
llovía,llovía. El agua de la lluvia que en mi cuerpo
caía,
soñé que en el tuyo con la flor crecería.
Pero...seguía
lloviendo con el agua tan fría.
Tu
mirada en mis ojos la llama se encendía.
El
murmullo del agua, al amor distraía. Mientras
pasaba
el tiempo...mientras tanto.... llovía y llovía.
Yo
te seguía mirando, en tu cama vacía. Por que las horas
pasan.
Por que la noche es fría. Por que la llama arde.
Y
apagar no podía...aunque llueve en mi alma.
¡¡O
fue lo que creía!! Por que sigue lloviendo.
Al
ritmo de la lluvia, por fin ya te hice mía.
Hortensia
Alcala
7/9/2013/
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