¿Quieres la miel del color de mis ojos?
Alegre
me desperté esta mañana temprano. Incrédula por la complacencia de un amor casi olvidado. Pues nos dijimos
adiós en un tiempo ya pasado.
No pude decir tu nombre. Tu nombre casi olvidado. De la mano me tomaste,
me trasladaste al pasado. Recordando nuestras noches y tiempos tan añorados.
Nuestras
manos enlazadas sintieron el pálpito de nuestros corazones, como ríos desbordados. Mientras caminamos juntos con los recuerdos
forjados. Mirándonos fijamente te dije. ¿Quieres la miel del color de mis
ojos?
Me
miraste con dulzura… nos abrazamos llorando…llorando lo cuento ahora. Llorando
lo estoy contando. ¡Dime! ¿Tú quieres
la miel del color de mis ojos?
Quise
sacudir mi alma para no pensar en ti.
¡Te dije...ya no te quiero!! Y pronto me arrepentí. No quise soñar contigo para dejar de sufrir, mas la noche traicionera volvió a llevarme ante ti. Entre sueños enlazados nos
damos de nuevo el sí; no retire tus
regalos, con mas amor te los di. Te regale mi pasión mi entereza yo te di. También las rosas más bellas que corte de mi
jardín.
¡Te
regale la miel del color de mis ojos!
-Llorando yo te la di.
Y
te regalare mi boca, mis labios. Mi sonrisa armoniosa.
Mis manos para enlazarlas con las tuyas… cuando
nos demos el
¡SI!
Tímidamente, me desnudo ante ti,
mientras te ayudo a retirar tu atuendo “gentinoso” ceñido varonil. Ya nada me impide saborear tu
piel. Cuerpos encendidos por el amor. -Me estremezco ante tu cuerpo desnudo. ¡¡Me
siento desfallecer!!
Embriagados por nuestro sentir placentero -en
desbordante vaivén; conteniendo las palabras. Rompiéndolas de placer.
¡¡Frases contenidas, palabreándonos amor!! Palpando la
piel temerosos de perdernos otra vez. Complacencia mutua derrochando ilusión.
Te
ofrezco mis pechos erguidos con el
tacto de tu piel sobre mi cuerpo. Dulce placer, dulce placer. Llegado el momento de saborear el
alimento dotado
del
más querer. Sabores variados de sal y
miel. …De sal y miel.
Sabor
salado mezclado con rica miel. El que nos hizo sentir y nuestro cuerpo estremecer.
¡¡Fueron tantos mis regalos regados con rica miel!!
Hortensia
Alcalá García
2 comentarios:
Qué bonito y sensual, es que el amor cuando se disfruta de verdad... sabe a miel.
Un abrazo.
Lo malo es no tenerlo. Lo bueno tenerlo y poderlo contar.
Cariñoso abrazo.
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