El Gigoló: Matices y Metáforas.
Mi amigo, tomo una linterna, pues como decía antes, todo estaba algo desordenado y en más bien malas condiciones, lo cual se olvidaba de reponer las bombillas fundidas en la escalera, de acceso al sótano.
La visita no me dio miedo ya que fue virtual, pero se apreciaba muí bien. Bajando la escalera de piedra dura y mármol blanco. En los costados de la pared, una soga de esparto muy áspero, para sujetarse como agarradero.
Las arañas, bordaban sus telares, con absoluta libertad, por todo el trayecto de la gran escalinata. Muy curiosa por cierto, ya que aun bajando tanta escalera, al llegar abajo entraba mucha luz. Aunque las grandes ventanas de cristal estaban sucias, los visillos de gasa fina bordados en seda- con filtiré. Dejaban pasar la luz perfectamente.
Yo comencé a ver enseguida con detenimiento, las obras impresionantes y de muchos años de casi- cautiverio de este niño, a, hombre.
En primer lugar el cuadro: -Tabla en grandes dimensiones dibujado con maestría, y coloreado al oleo, titulado: (Madre alimentando al niño). Trata de una mujer de mediana edad; sentada en sillón de caña, decorado con un cojín en tela de lino, estampado, rojo con rosas blancas, detalles en rosa y verde pastel:- la mujer- cabello largo rizado – recogido en la nuca, resbalando algunas greñas desde la frente hasta los hombros, “lactando a un niño” “joven”-de catorce años, sentado en el regazo de su madre; bordeándola con un brazo por la cintura y la otra mano sosteniendo el pecho. Mientras ella- piernas separadas. Falda levantada, y rostro de satisfacción.
-Segundo lienzo (Madre Diosa): dibujo en cartulina gruesa, lápiz grafito grueso, y coloreado al pastel, elaborado con exquisitos detalles, que no escatimo el joven empleando el tiempo necesario en ello.- Diosa, sentada, en- sillón de mimbre, vestido en crepé rosa palo, con detalles en puntillas finas- tonos verde oliva y negro, a juego con un collar, pendientes, y, anillo de olivina. Zapatos altos de charol en rojo. Todo a su estilo y con encanto. El peinado tal como el anterior…, muí del estilo Italiano. -Colocada en el susodicho sillón, con las piernas abiertas, y, el rosal nuevamente florecido.
- En tanto el joven, manejando con destreza la pasión por el arte.
Se dibuja así mismo. (Niño chico, miembro
de hombre erguido), “pantalón caído”; trata de regar la fragante y
acariciadora rosa del rosal del jardín de la musa. De mientras dibuja toda la
pasión sin límites, que se apodero del viciado momento. En este caso no solo la
belleza sino que supo plasmas y
combinar: belleza- pasión- dolor- amor, música, poesía y perfume.
Un
universo vacío por un gozoso calvario.
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