Cuento real

                                                                             Niña    

Anécdotas de cuento  en las últimas horas de principios del año 2020.

 

Niña:

-Amama, los niños de  clase lloraban por qué no podemos volver a clase en unos días, ni salir mucho de casa - no se puede ir a la piscina, ni al local de juegos y música para niños - a ningún centro escolar.  El ayuntamiento ha  tomado la decisión de  cerrar todos los edificios y campos públicos, hasta nueva orden.  Todo esto y más es lo que debemos cumplir por el bien de todos  así nos dijeron los y las maestras.

Amama:

-Es importante  mi niña; ya que el contagio  puede estar en cualquier parte y el  virus  es muy agresivo;  por ello lo mejor es hacerlo bien,  plantar cara al mal, no tenerle miedo pero huir de él, y no puede ser de otra manera. Procurar no contraerlo para no contagiarlo ni sufrirlo - y no es poco.

Niña:

-Esto amama,  no lo entiendo muy bien, tampoco que lloren mis amigos,  que están asustados, yo les digo que, estudiaremos desde casa y tendremos más tiempo para leer,  y para tocar algún instrumento que tengamos por casa pues yo el piano, otros la acordeón, la trompeta o lo que estén aprendiendo. Escucharemos música, aprenderemos a ayudar a los padres a hacer cosas de casa, y así cuando todo pase habremos triunfado,  y ganado la batalla al enemigo  de esta guerra “como tú la llamas amama… la batalla como en los cuentos y videojuegos.

Amama:

Eso es, - me gusta que lo comprendas  así!!  Nadie dijo que vivir la vida es fácil, todo esto formara  parte de la historia, de nuevo nos hundimos en el fango, para  volver a pasar unos años más de miserias como ya sucedió hace  años. Desde la llamada gripe española, y la tuberculosis, seguida de males, como tifus, y de todo tipo de infecciones, entonces sin remedio alguno.

También  -la guerra en este país, -continuada de otra guerra: tiempos de hambre y miseria.

 Aquí donde vivimos ya pasamos más veces el estado de excepción por otros asuntos políticos, y aquí estamos…, para seguirlo contando.

Niña:

¡¡Eso no lo entiendo amama!!  Y por cierto – ¿cómo podremos vernos estos días si no dejan que nos cuidéis los abuelos?

Amama:

-Como podamos, yo me vestiré de astronauta e iré cada día a verte,- pero sin abrazos  ni besos, será más divertido: hablaremos  con la mascarilla aunque parezca que estamos comiendo papilla; y, como los chinos daremos una patadita suave en el pie ¡¡Te digo una cosa: yo no tendré ganas de tomarme nada en tu casa, total ya habré comido y tomado café!! - Y no insistas porque  no tendré hambre ni sed, repito!!  Además ni ganas de mear -te lo aseguro, lo hare en mi casa - ¡¡Ya sabes… no insistas  ni seas cansina!! Y si después de todo ello un día no te visito, ni al otro, ni a la de muchos - aun no te visito…no insistas muchachita… yo te estaré cuidando desde lejos. Y no intentes buscarme. Solo cuando todo pase y salgas al campo, corta unas flores blancas, digo corta, no estires sacando la raíz – que las flores también lloran, déjalas retoñecer, a la vez que creces tu también… mientras construyes un cuento que un día tu contaras, en cualquiera de estos momentos.

Y si no suceden, te lo inventas. No insistas y vive feliz.

Amama: Cheña