jueves, 8 de diciembre de 2022

La niña del columpio -nunca perdí la inocencia

 Información libros.

Primer libro editado. Vio la luz en abril del 2018.  La niña del columpio (Nunca perdí la inocencia) fue el primer relato que escribí allá por el 2010 y da título al libro, que también incluye: El amor a los 60, una serie de 12 relatos cortos. Al igual que narraciones de  lo antes vivido sobre la emigración de los 60 y el terrorismo de ETA aderezando los malos tragos con poesía libre. 

Entrevista al marinero, “en la que me entrevistaron desde Guatemala.”  Todo ello  fue el motivo de buenos resultados en venta del libro.  



SILENCIOS CALLADOS 

 

Cómo quisiera volver al tiempo,     

retomar mi vida, tornar  al comienzo. 

Raíces profundas que apenas recuerdo

aquellas raíces que olvido el silencio.  


Silencios callados: callados o inciertos.

Siiii!! No digas nada, las paredes oyen y

rejas no quiero. Llanto y más llantos y muchos    

desprecios. Aquella chiquilla - piel de terciopelo.  

Cargando la ropa, tabla, lavadero   

con una rodilla sobre mi cerebro.

Camino al arroyo, el camino viejo

mis tiernas manitas rompían el hielo.

 

Pobre niña pobre, el polvo en el suelo

abrojos punzantes  clavan en mis dedos   

aquellos deditos de niña tan tiernos, 

sandalias de goma verano e invierno.

 

Tropel de caballos se oye  a lo lejos  

voces de pastores, don-donde cencerros,

que avisan que toros vienen desde lejos,

¡Súbete a la encina!  ¡¡corre, que no hay tiempo!!   

Pobre niña pobre, llorando en silencio

por miedo del toro, también del vaquero.

Culebras, lagartos,  escorpiones negros,  

cruzan los caminos - caluroso infierno.   

 

Rebaños de cabras, pastores, cabreros

sombreros mojados; van a paso lento

con su manta al hombro, cigarrillo negro

sombras del camino de carrascos muertos.

 

Dialecto Extremeño

En la viejha cesta la comida llevu, un “cachu”

de pan, naranjha y un huevu, agua del arroyu

con mi manu  bebu. Porque hay que comel que

jhabri  no tengu, por que hay que bebel  y

de sed me mueru.  

 


Pobre niña pobre, sin libro de texto, solo una  

pizarra  con un lapicero. 

 Dos y dos son cuatro  que dicen los viejos,

 y si ellos lo dicen;  yo todo lo creo. 

Creencias sin dudas y mucho respeto.

 

De mientras la ropa que lavo y la tiendo

vuelan por mi mente muchos pensamientos.

Conocer quisiera otro mundo nuevo

donde no haya arroyos  ni ropa  en el cesto. 

 

Ya  tiempos lejanos que me fui y no he vuelto.

Miedos olvidados, futuro más cierto, mente

más  despierta, zapatos ya tengo - y medias de seda,

y vestido  nuevo. Crecieron las manos de niña en silencio.

 

Pasaron los años, vuelven los recuerdos

aquellos de antaño de tanto silencio.

Buscar mis raíces es lo que ahora quiero.

Raíces profundas  buscar en mi pueblo.

 

Un mundo embarrado es lo que ahora encuentro

terrenos baldíos, recuerdan a muertos.

No encuentro el arroyo, ni gente en el pueblo.

Mis manos de niña, fruncidas observó.

 

Campos de algodones ya todos desiertos.

Pobres campesinos de trabajo exentos.

Malditos recortes,  miseria en los pueblos.

Triste Extremadura, es lo que me encuentro.

Pobre niña pobre...sin raíz ni pueblo.

 

Hortensia Alcalá García.

 

Silencios callados (POBRE NIÑA POBRE)".

 



 


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Hortensia Alcalá. Escritora: Sociedad de autores de Euskadi

Sociedad de autores de Euskadi

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