(Secretos de una vida)
Desemparejo 1ª primera parte
Todo está dicho, poco hay que contar, los días, las noches, van quedando atrás. Pero hay una cosa que puedo explicar, que la vida cambia y se ve muy mal. No estamos de acuerdo, la gente normal, nos culpamos todos el uno del otro, la cosa es hablar. En el matrimonio también pasa igual, ¡¡Mira que te dije lo que va a pasar!! No me hiciste caso, te querías casar, ser padres primero- luego trabajar. La mujer en casa, que hay mucho que hacer, coser y planchar, lavar y tender. Sacar a los niños, darles de cenar, para cuando vuelva del trabajo duro, puedas atenderme, que lo necesito y me has de premiar.
Premios y más premios, a ti te da igual, cuando te jubiles tu paga tendrás, que yo sin embargo no la alcanzaré, que con tantos premios no trabajaré. Me quedaré fea, y vieja también. tú, te buscas otra comenzar de nuevo te vendrá muy bien.
Así sucedió - pasaron los años, la diana sonó: la joven se cansa del viejo sin gancho, y aquí estaba yo.
Hazme ya la cena que quiero cenar, pues ya jubilado, me quiero acostar, solo en una cama por si has de roncar, que las hay, que roncan o huelen fatal. -Pero yo no ronco, te decía yo, ni bebo ni fumo..., solo calentarme un poquito los pies, que los tengo fríos, me desvela el sueño, y si no se duerme se puede enfermar y somos mayores, y cosas muy malas nos pueden pasar.
La pensión es mía, para eso la gane, que tú en casa quietita viviste sin nada que hacer.
No estás en lo cierto siempre trabaje, junto con seis hijos a ti te cuide. Que tú me dejaste, para vivir bien, dejándonos solos y limpié suelos.
Ahora mi pensión, pasados los años cuando estamos solos, te parece poco. Pero yo me apaño, - no te necesito, me darás mi parte, no te cuidare, me quedare sola, con mi desazón y mi soledad, que tú con tus memes, me harás enfadar, y no estoy para enfados que ya los viví ahora no te aguanto lárgate de aquí.
¡¡No me digas eso que malito estoy y te necesito!!
No te inventes cosas para convencerme, que ya te conozco y no me convences… ¿dilo-dilo, ya que te duele hoy? pero no me mientas que ya te conozco y con tus mentiras no me engañaras.
Me duele: me duele - me duele, la pierna derecha, junto a la rodilla.... ¡¡Aquí te señalo dame tú unas friegas, que estoy que no aguanto, también la cabeza, tráeme una pastilla, de aquella mesita que tengo allí abierta!! Después, me preparas la sopa de pan, que mi madre hacía siempre pa cenar, le pones un huevo y una pancetita, que me siento flojo, a ver si se me quita, y, un vaso de vino también tomaré, del que a mí me gusta, si te parece bien!!
Yo ya escarmentada de tanta pamplina, le miró altanera me subo la falda sacudo la pierna debajo la enagua, mirándole - digo…!! Por si es que estás sordo si quieres repito otra vez guantazo, en el mismo sitio, seguido de un grito!! Que machacas mucho y ya no me aguanto, gritando de nuevo, le vuelvo a decir: aguanta... que yo huelo mal, y ya tengo arrugas, cabellos muy blancos, las manos rugosas, las titis, caídas; que a ti no te gustan, pues déjame en paz, que quiero vivir, y tú no me dejas ni un rato tranquila, que mi vida es mía y de nadie más, si no te interesa te puedes marchar.
H. A. G.
Cheña
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