miércoles, 23 de septiembre de 2015

La cuenta de la vieja


 (LA CUENTA DE LA VIEJA)
 En la cuerda floja:


 
 
“Lo mires como lo mires,  “la mujer no vale nada” si no tiene libertad.

¡¡Y digo yo…  Como se puede contar, como se puede entender. Como debo yo llamar  a mi suerte de una vez!!

Cincuenta  años  van ya desde  que le conocí.  Con tan mala suerte que  me equivoque,  creyendo mentiras  y engaños viví,  esperando en vano    de su comprensión.  Sola me quedaba y lloraba por mi;  me creí culpable de  la sin razón. Solo vi las sombras de la soledad y del sufrimiento  por desilusión.

Llegaron los hijos quise ser feliz. Todo transcurría de mal en peor; seguía pensando que de todo mal, la única culpable seguía siendo yo.

         -¿Doctor, que me pasa?  ¿Por qué sufro yo?  ¡Puede  usted decirme  si tengo razón!

¡¡El señor doctor rasco la cabeza;  se encendió un cigarro…guardo la respuesta dentro de un cajón!!

La gente escribe al amor, de sus vidas  con fervor,  contando las cosas bellas  que los años les  dejo. -Pero no siempre  se cuentan las  verdades  tal y como son.  Por eso lo digo ahora,  por eso lo cuento yo. 

Mentiras y más mentiras,  comidas, juego y alcohol. Llorando a lágrima viva la vida he pasado yo.

El corazón no se para mientras  no lo quiera dios,  o el destino no lo diga,  ya que por  sufrimiento     aguantamos las mujeres  las cadenas  día tras día. Siempre esperando que cambie,  siempre esperando  que diga, que será  la última noche  que sale   por más mentiras.

Perdí  dodos mis amigos,  perdí toda mi cuadrilla, pariente y  conocidos  incluyendo  a mi familia.

¡¡Como se pude, llevar  una vida tan  compleja y siempre por esperar si él cambia o tu  lo dejas!!  Que esa es otra la  cuestión, como la cuenta de  la vieja.  ¡¡Si dejamos el trabajo para cuidarlos  muí   bien y darles  todo en bandeja!!

 Ahora  nos pasa factura  o la “moraleja”  el tiene la pensión grande  las mujeres la  pequeña.  Así    seguir  aguantando  y tragando las miserias.   Miserias  y  malos ratos,  disgusto que  te  acomplejan.  Ya no sales a la calle, por si  en el pueblo se enteran, que luego los critiqueos  o chismorreos te esperan…. Que tires por donde tires,  que quieras o que no quieras… si no quieres sufrimiento.  Tendrás que pasar miseria. 

  

 Hortensia Alcalá García

 

 

 

 
 

 

5 comentarios:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Por falta de valor, a veces , no nos arriesgamos a dar el paso que nos ayude a cambiar la forma de vida... pasa el tiempo y, finalmente, ya es demasiado tarde.

Un abrazo.

Ángel-Isidro dijo...

Hortensia, tu relato tiena gracia, verdad y mentira, eres fantástica amena y
entrovertida, pero no exageres amiga, ni sigas presa en la condena, pues perderás
hasta la pequeña pensión que te queda, empezado por la amiga.
UN beso.

hortensia dijo...

Ángel, lo escribo en primerP, por no hablar de nade, sino de muchos casos. A todos nos suceden cosas... pero no todas.
¿Qué amiga?


hortensia Alcala dijo...

Angel, son casos que por desgracia suceden, también a la inversa claro. Pero no por eso me suceden a mi.

hortensia dijo...

Hola Rafael, Todo esto es complejo, con estas edades ya no podemos cambiar pero si que en muchos casos se necesita. Hombres y mujeres cada vez nos contamos mas las cosas y se ve claramente que en muchos casos mejor solos/as.
Cordial saludo y gracias por comprenderlo.

Hortensia Alcalá. Escritora: Sociedad de autores de Euskadi

Sociedad de autores de Euskadi

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