Muriendo de amor
Al pálpito de
nuestros corazones,
déjame respirar tu dulce aliento
que enloquece
los sentidos - sentidos
gozantes y arrulladores del amor.
Tomar de nuestros labios el elixir
amoroso que emana del
caudal mas
profundo de nuestro ser; endulzando
los ríos que riegan nuestras mentes.
Como caballos
desbocados al galope
perdidos, sofocados
por la flama del
fuego que abrasa
nuestros cuerpos,
al unirse, extasiados por el amor.
Tensemos las cuerdas
del sonido
silencioso al movimiento placentero
de los cuerpos,
húmedos y a la vez
ardientes impidiendo nuestra respiración
al no poder saciar la
sed, que nos dejara
Morir.
Hortensia Alcalá
García

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