lunes, 26 de julio de 2021

Homenaje a mi madre 105 años para marchar


Mi piconera chiquita    


Un sincero homenaje a mi madre, a un mes escaso  de su muerte con 105 años: María. Abril,  1916 – junio 2021: Los recuerdos que me quedan a pesar de las dificultades  vividas en todos estos años, son y siempre será así, los buenos momentos, ya que de los malos no la oí quejarse, y fueron MUCHOS…y como siempre dijo -¡que no nos falte el pan!! Pues hubo de todo y con muchísimo esfuerzo, salimos adelante la familia de siete miembros sin casa propia hasta tres años después de la emigración al país vasco, que fue lo peor que vivimos, como animales en chabola húmeda y sin ni un solo servicio de primera necesidad.  Trabajando todos con 12 y 15 años, se pudo comprar una vivienda con luz, agua corriente, y W. “No hare biografía, ya que sería un libro de 500pg.

 

            La, recuerdo siendo yo niña y tres hermanos menores, hasta años más tarde que llego la quinta: - me quede sin ir a la escuela para cuidarlos y en el campo mientras ardían las carboneras, o hacían el picón, madre cantaba fandangos, y flamenco. Padre  tango y recitaba poesía. Yo a la sombra de la encina, en una manta de tiras, ayudaba a dormir la siesta a los pequeños. Pasábamos frio y calor, alejados del pueblo, en medio de tierras de nadie!! Quemando leña-carbón de encina, carbón – picón de tarmas picón. Ha llegado la  piconera, con el mejor picón; con el que calentarse  en el brasero, para no morir de frio. En una mesa camilla, donde se cena, todos en una cazuela la sopa de patata en invierno, o el gazpacho en verano  ¿madre otra vez gazpacho?  ¡¡Si hija y que no falte!!

Después de cenar sin pensar en el cansancio  aun madre mientras fregaba a la luz tímida del candil, cantaba; según ella para “rorear”, a los más pequeños, y si no se dormían por mor de cualquier picardía, les cantaba:

                                   Las mujeres de la sierra

Cuando tienen un chiquillo.

“Las mujeres de la sierra”

En vez de cantarle el coco-

Les cantan un fandanguillo

-y lo duermen poco a poco.

 

En tanto padre leía, y señalaba en el mapa del hule de la camilla, a donde caía Algeciras,  donde él pasó, noches y días en las trincheras…guerra civil española – solo comíamos raíces si podíamos alcanzarlas. "Fueron encarcelados".

            Madre le decía, de cosas tristes no se habla a los niños, y continuaba preparando los avíos para mañana, y volvía a cantar.

 

 

Mira si yo te quiero-

que sigo y sigo esperando-

al ladito del brasero

para seguirte pintando.

Válgame san Rafael

tener el agua tan cerca

y no poderla beber.

***********

 

En el campo serían los cuatro muleros

Está lloviendo en el campo.

En el campo está lloviendo

Mamita mía, mi amor se moja.

Quien fuera un arbolito,

quien fuera un arbolito mamita mía

cargado de hojas…. Con muchas hojas.

 

 

 


2 comentarios:

Jose Luis Diaz Diaz dijo...

Mi correo actual es:.portajejld@outlook.es.
¡¡Qué tiempos aquellos!!,muy difíciles y tu has sabido narrarlos magistralmente.ENHORABUENA.
pERDÍ TUS SEÑAS DE CORREO Y TE ENVIÉ POR MESENGERM A HORTENSI ALVACA,PERO ME EQUIVOCARA.
ENHORABUENA POR TODOS TUS EXITOS DE TODO CORAZÓN.POCO A POCO VOY SOLTANDO FACULTADES,POR EL PARKINSON.

Hortensia Alcalá García dijo...

No he estado por casa en un tiempo y no te leí, espero estés bien tu y familia. Cordial saludo

Hortensia Alcalá. Escritora: Sociedad de autores de Euskadi

Sociedad de autores de Euskadi

https://twitter.com/AEEEIE/status/1169639428932984836?s=04&fbclid=IwAR0TzfM9iCv2lrhRb_FKFQfb6-76nA3-j4FT6PuFKuGdm8WT8CFS0KKODzA